AQUI PUEDES SEGUIR ESTE BLOG

miércoles, 7 de mayo de 2008

Escrito para su gusto de mi...

ESCRITO PARA QUE LE GUSTE

Carlos López

Debo acariciarla con palabras que la enternezcan sin provocarle la penuria de la ridiculez, debo poner en mar de leva sus bajas pasiones sin convertirlas en tornados que me arrasen, debo mirarla en su piel para disfrutar de sus curviformes rincones que se asoman por sus pantalones rotos, pero, también debo mirarla, desde esa energía traviesa, que se sabe infantil y obscena, procaz y precoz. Debo sentirla, asirla, capturarla mediante obra, palabra y omisión.
Usted, tan simple, tan bella, tan tranquila con esos quilates de desfachatez propios de quien se sabe admirado, usted tan clara de piel y planes vitales, usted con tanta concupiscencia anunciada y tan poca revelada, usted simplemente me provoca versos profanos.
Lo sé, esto carece de ritmo, permítame endosar la culpa a su cadencioso caminar, que me genera arritmia (literal), que me influye y me determina, sus pasos entre nubes, se vuelven lluvia en mi tormenta de seres deseados.
Dos Martinis más por favor… uno por el póker de ases de sus ojos, cabello rubio, cuerpo angelical e instinto demoníaco y otro por el Jaque Mate de mis deseos racionalizados.
He traicionado la idea de este texto, ahora ella me mira fijo y se tapa la boca, ideal por demás, eludiendo una mala mención de mi madre (Edipo ataca otra vez), decía que me mira con el rencor de la comprensión de quien sabe que perdió, de quien entiende que la suerte no sonríe… la idea suspira hondo, porque la ridiculizo una vez más, se sonroja un poco y con parsimonia se levanta, sonríe irónicamente y se va despacio caminando entre nubecitas de esas que pintan cuando alguien tiene una idea.
Qué tienen que ver las nubes, las ideas… Veamos: Nubecitas… y tú… que eres mi cielo.
“Nubecitas + tú = Mi cielo”
(Sumatoria final para arreglar un desvarío que intenta ganarle a un cuento de una lágrima aventurera que quiso ser más que ella misma)
Quise dejar una posdata en blanco para que pensaras que te podré querer, pero un gato en celo me devuelve al planeta de los dos… gato en celo… (es otro posible final) (mi editor interno me dice que deje el final de la nubecita, que es más vendible… pero en realidad el muy infeliz se excita con la idea del felino ninfomaníaco apresurado por desfogues)
Fin… sin fin.

No hay comentarios.: