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sábado, 17 de noviembre de 2012

¿ASÍ, O MÁS JODIDO?



No sé cómo decirte, mi bien, que no tengo nada,
No sé cómo decirte, mi amor, que ya no hace falta,
No sé cómo explicarte porque tanta alegría
y con las manos vacías, te regalo una promesa…
“Te regalo una promesa” Sie7e

Me siento vulnerado en tus labios, me acosa una debilidad tormentosa y entonces me acerco con cautela a tus fronteras…  besarte es un enigma, el encuentro de tu lenguaje y mi manera de leerte, la caricia del aire en la tierra, tus poderes y mis análisis se tocan con delicadeza, tus pasados y los míos se enredan con velocidad vertiginosa…

Te beso sin razón, con excusas, por ternura, por frío, para colmar mis anhelos y para invocar a los demonios… te beso y no sé más, las teorías son ridículas y todo se resume en estar ahí en ese contacto que justo por pequeño es universal.

Tú que eres la dueña, los tienes como quien tiene una joya y no conoce su valor y yo que sería un anticuario sabedor de su valor, me asombro, me siento avaro, quiero obtener ese pequeño tesoro, quizá para guardarlo y no compartirlo con nadie más… se trata entonces de un extraño ritual ambicioso de tener, de poseer, de darle el valor real desde la perspectiva única de mi forma de verte.

Acaso la luna esté un poco amarilla y se vea sólo su borde inferior, es un regalo que cabe en una pequeña cartera rosadita, o la humedad relativa creciente de nuestras jornadas, algo así como la migración de tu carácter a territorios cuerdos o el viaje a tus entrañas… tus labios me recrean la aventura de adorarte.

Y ellos dicen vulgaridades que me parecen perfectas, y ellos se tensan cuando sonríes, y ellos se agrandan cuando convoco indecencias… tus labios dan la pauta para que recorras mi cuello y señalan los lugares donde has de dejar las huellas de tus dientes.

Se fruncen al compás cruel de tu arrogancia, me narcotizan, me causan infames convulsiones vinculadas a la abstinencia de su acercamiento,  se tuercen cuando dudas, se ponen tensos con tus sospechas y se visten de acertados colores brillantes cuando quieres conquistarme.

Hablan de sueños y prestan atención sublime a mis interpretaciones, cantan y se quedan suspendidos ante mis exigencias y requerimientos… son dóciles, traviesos, rebeldes, tercos, suaves, bipolares… tus labios me llevan a botes a la posibilidad de quedarme cada mañana contigo.

Comen con ganas, beben con desparpajo, se estiran para hacer soniditos de grillo en celo, envían besos desde lejos… se dejan morder, son mordidos, tiemblan de frío y rechazan el agua caliente, son provocativos y provocadores, son choques eléctricos, son perezosos y les da pena hablar en público.

Son mentirosos, desalmados y caprichosos, son malcriados y consentidos, son pataletosos y asquientos, son de buen humor y depresivos… son tímidos y temerarios… nombran a otros, dicen secretos, pelean y son orgullosos... tus labios te resumen.

Bésame, sin más criterio que tus labios mismos, recórreme sin las excusas del miedo, rózame sin pensar en la cerveza que cae, en la canción de despecho o en los amores del pasado, transítame sin reclamos de atención,  desgástame sin la pretensión de aprobación, satisfáceme sin preguntar, úsame con la certeza de saberte plenipotenciaria de esta insensatez.

Tal vez es que un dios se ha compadecido y la alabanza divina sea el origen y el fin de tus labios… se trata de un protocolo de adoración, un imán de obsesiones o un recipiente simple de mis anhelos… me pregunto si al descubrir la clave secreta, es decir, el acceso permanente, el fetiche se transforme en consecuencia cotidiana, una larga indiscreción de ausencia, un guiño de inconsciencia... como si fuera suficiente pintar las iniciales de tu nombre y el mío en un espejo empañando.

Bésame y me creeré invencible, bésame y seré un valiente sanguinario, capaz de cubrir tus desdichas… bésame y me pondré en la tarea de hacerte feliz… de cumplir la promesa de que todo puede ser mejor… Bésame Preciosa y buscaré los medios para quitarte la guerra y estar en paz, para tener sueños y comentarlos con buenos augurios…

Mi vida en tus labios… 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay amigo, que tus sentidos se despejen para contarnos lo que acontece... siento el calor de tu alma enternecida y con furia... hermosas letras. Bendiciones.

Anónimo dijo...

Qué lindo... qué dulce... me gusta como todo se vuelve un detalle relevante. Pienso que deberías separar la acción de besar, de los labios. Besos.

prisma dijo...

Maestro q buen escrito, me encanta la sensibilidad de cada una de sus lineas.. ademas q es muy pertinente