AQUI PUEDES SEGUIR ESTE BLOG

lunes, 3 de diciembre de 2012

PERDÓN... NO VI TUS MENSAJES (AMAR SIGNIFICA NO TENER QUE DECIR: LO SIENTO)


Dar es dar… no fijarme en ella y su manera de actuar…
(“Dar es dar” del Álbum: “Euforia” 1996. Fito Páez)

Si mal no recuerdo era un martes en horas de la tarde, estábamos acostados y ella me insistía en que la mirara a los ojos, yo que sabía que si me fijaba en ellos, me iba a hundir para siempre en su mirada, prefería -por supervivencia- disfrutar de sus pestañas, sus cejas o sus pómulos, rozar su piel u olfatear su cabello.

De pronto vino un silencio, de esos que sirven como fanfarria para decir algo importante, le miré sus ojos negros y le dije que estaba preparado para que se fuera a cualquier momento, ella tensó su cara y quedó sin respirar, “Espera Preciosa, lo que te quiero decir, es que vivo contigo cada día”, y le seguí hablando de mi forma de quererla,  los cómos, los porqués y la construcción argumental; le explicaba que había dejado las pretensiones, que sólo me podía sentir bien estando a su lado y compartiendo los trozos de vida que nos correspondiera.

De repente sentí que la vida era corta y me invadió un pequeño temor de no decirle con suficiencia que la adoraba y, mis palabras se pusieron sensibleras, y hablé de un infinito inmediato, del contacto permanente, y de asumir la perspectiva de un hoy eterno.

Para no filosofar tanto, referí la película de “Como si fuera la primera vez”, en la que el protagonista enamora todos los días a la protagonista…

Encendí un cigarrillo y mirando para el techo, continué con mi soliloquio, entre te adoros, preciosas y mi vidas, dije que como regla general, el individuo se centra en su vida pasada, y queda encarcelado en sus emociones y recuerdos de sentimientos (bonitos o feos), que hacen borrar la maravilla del día actual… o de la misma manera puede caer en avizorar un futuro con esperanzas de mejorar el pasado (lo que es una renovación torpe de lo que ya pasó) o lo peor: querer repetirlo… y le tocaba la espalda, y jugaba con su pelo y con cierta regularidad  miraba sus pequeñas manos.

Le dije: “Se trata entonces, no sólo de centrar la mente en las dimensiones del tiempo presente sino en mi forma de amarte”… ¡Se lo dije!… me quedé en silencio, como esperando que estuviera lo suficientemente aburrida de escucharme, era claro que el intertexto era que la amaba… un te amo guerrillero,  un te amo bandido colado en las filas de lo correcto, un te amo insolente y soberbio en una celebración llena de protocolo… Un te amo parlanchín justo cuando todo estaba silente.

Carraspeé un poco y me dije moviendo la cabeza: “Inconsciente de mierda”… y ella sonrió con delicadeza como sabiendo lo que pasaba, fumé con fuerza, y quedé aturdido, solté un chorro de humo y la miré a los ojos otra vez… ella, mi pequeña princesa estaba llorando.

Me abrazó y me dijo que no se quería ir, yo entonces no supe si hablaba de irse del sitio aquel o de mi vida… no tuve tiempo de pensarlo porque me abrazó con fuerza y al intentar decirle alguna frase me cubrió con sus besos aderezados por las lágrimas. Los segundos fueron largos… extendidos… tensados.

Después le escribiría:

Un día se me ocurrió cambiar la “d” por la “m”… Ese día te convertiste en mía, el verbo dar se llenó de lágrimas y se hizo mar… todo lo que me das se volvió mucho más… y de pronto un diente tuyo con descaro me miente… y el dinero sólo es un minero… o quizá una duda se quedó en silencio para ser una muda… y todo aquello que te di, se devuelve para mí,  y te presentas como una daga sagrada con intenciones de ser una maga perversa… Me inventé toda esta cursilería insoportable para simplemente decirte que te amoro.


“Cuando estoy perdido un poco loco por ahí,
siempre hay alguien con tus ojos,
esperándome hasta el fin,
porque dar es dar, dar y amar…
Gracias nena por tu vida una vez más.”
(“Dar es dar” del Álbum: “Euforia” 1996. Fito Páez)  

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y como te iba diciendo... Te amo.

Anónimo dijo...

¿Te perdimos poeta? Siento alegría de ver como renace cada vez lo que siente tu corazón. Prefiero tus textos existenciales y demenciales, éstos (de ahora) son alegóricos y salpicados de esperanza.
Lo de vivir día a día, me parece un tema muy trabajado, sin embargo y como siempre loas a tu inspiración.
Sé feliz, hazla feliz, sean felices.

Anónimo dijo...

Zoraida Carrillo: Tus palabras me hacen recordar aquel tiempo en que no importaba nadie más que él y yo. Gracias por un momento evocador.