Abrió los ojos el Sol oyendo el clamor de todos,
que como anfibios decían: ¡Quítanos pronto este frío!
El Astro Rey se dispuso y apoyándose en los codos
soltó sus rayos dorados para calentar el rio.
Dichosos dieron las gracias, al Sol por aquel favor;
mientras la rana dormida no se percató de nada,
en su piedra y panza arriba disfrutaba del calor,
roncando muy complacida babeaba desparramada.
El Sol se puso indignado al ver el desplante atroz
entonces mandó sus rayos a aquella rana dormida;
la descarada no hizo caso y no escuchó aquella voz,
que le decía elocuente: ¡Despierta rana entumida!
El Astro le calentó la colita de su verde atuendo;
esa parte dolería cuando tocara el piso,
la rana se despertó e intentó salir corriendo
pero la ampolla ardía y saltar fue lo que hizo.
Desde aquella vez la rana, dando brincos siempre anda
por no saber valorar de los otros su nobleza;
se extiende a tomar el sol sin guantes y sin bufanda,
como pidiendo perdón al mundo por su pereza.
Moraleja:
"Si un día de estos te encuentras que ya estás muy deprimido,
cuando sientas que el cansancio parece que en ti no cesa,
que las cosas no andan bien y te ves más que aburrido,
recuerda a la rana Pérez, que se quemó por pereza".
3 comentarios:
sea mi icono en los momentos de desason existencial,
gracias por tu elocuas verso
profe me impacta tu forma de escribir, es interesante tu vida y tus pensamieentos, no he parado de leer todo lo que has escrito.
Me encantó estoy en 5to de basica
Publicar un comentario