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jueves, 14 de febrero de 2013

DE VERDAD... NO HAY LÍO... (FELIZ DÍA DE SAN VALENTIN)


Llegó al restaurante. Era un pequeño recinto alfombrado y con una tropical música instrumental de fondo que nada tenía que ver con la decoración inglesa; cuando la mesera lo vio, se alegró y de inmediato lo abordó: “Buenas noches, ya está todo listo ¿Quiere ver?”. Ella, en el antebrazo derecho tenía un forro negro y doblado que contenía un vestido y en la mano izquierda, sujetado cuidadosamente con los dedos en pinza un sobre de manila.

Él la miró y antes de poder pronunciar palabra alguna ella dijo: “El vestido que Usted trajo, está aquí” –levantando su antebrazo–, y se dirigió al sitio apartado de aquel restaurante, él la siguió y ella seguía hablando de todo, al llegar a la mesa, él vio un ramo de flores en el centro, dos individuales de tela y los cubiertos perfectamente dispuestos. En los extremos de la mesa redonda, al lado derecho e izquierdo de las sillas, había una vela en cada lado, “¿me dijo rojas verdad?

Aún mirando la mesa y disfrutando de toda la organización, él dijo: “Ella no va a venir”.

La mesera se detuvo un segundo, sólo volteó la cabeza y sin parpadear le preguntó “¿Su princesa, no va a venir?, “No” dijo él, con una sonrisa forzada. Ella, puso el forro del vestido sobre el espaldar de una de las sillas, dejó encima de la mesa, el sobre de manila y cambiando el rostro y el tono de la voz pronunció: “Entenderá, que ya todo está pago, y no puedo hacer ninguna devolución de dinero”. “No hay lío” dijo él, moviendo las manos, “de hecho, sólo venía a recoger el vestido y el escrito”.

La mesera soltó un suspiro, “¿La ama mucho verdad?” y a él le brillaron los ojos, “Si” respondió con una mezcla de nostalgia y esperanza. Tomó su vestido, y le preguntó: “¿Quiere leer?, ella, tomó el sobre y sacó una hoja color rosa que decía:

“Amada mía, hoy como nunca estoy sorprendido de lo mucho que te amo, es una realidad que el verdadero amor puede transformar, no quiero usar palabras rebuscadas, ni brillantes metáforas, sólo quiero decirte que disfruto cada segundo a tu lado…

Mi tiempo es un suspiro y pienso que a tu lado puedo expandirlo… hoy, aquí, en este sitio, con esta cena, con este vino, quiero mostrarte que me importas mucho… no sé hasta cuándo, pero lo que siento ahora es una cosita muy parecido a la eternidad…

No es más amor mío… disfruta.

Tuyo.

El autor.”

Él seguía mirando las flores, ella metió con cuidado el escrito dentro del sobre, se lo entregó en silencio. Él salió, con su forro en el antebrazo, y dejó el sobre encima de otra mesa.

Tomó un taxi, llegó a su casa y esperó la llamada de su amada.

Se pasó la hora…

Apagó la luz de su mesita de noche, suspiró profundo, acomodó su cabeza en la almohada y pensó: “Hasta mañana amor”.

Se durmió con la certeza de que su amor lo protegería… se durmió con la irrefutable convicción de su gran amor… simplemente se durmió, esperando... exactamente… sin saber qué.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entonces el se inventó el amor??? no existe ella...