AQUI PUEDES SEGUIR ESTE BLOG

miércoles, 19 de febrero de 2014

ALGO PASÓ… ENTONCES TE VI UN POQUITO MAL.


Tu cabello antes brillante y motivo de mis fantasías de olor y tacto, se me presentó como un espectro, un tanto grasoso; tus ojos grandes que parecían mi soporte estético, fueron simples ojos de chiquilla desubicada, tu cara en general que observé detalladamente y a la que tantas letras le gasté, no pudo disimular la superficialidad que profesas.

Estoy convencido de que eres feliz. Ya no hay angustias por mis reclamos de afecto, protocolos románticos, asuntos existenciales… nada de eso, es hora de vivir la vida, así, como te venga. Te envidio ¿sabes?, mientras me preocupo por poner en orden las letras para contarte esto que me pasa, tus ocupaciones son… (?)… No quiero especular, pensando que te preocupas por tu mascota más que por ti o que te alteres porque la Academia Real de la Lengua Española, aceptó el verbo wasapear…

Me pregunto: ¿En qué piensas?... ¿Qué pasa por tu mente?... Acaso la nueva dinámica de la vida feliz que dices vivir, implica no pensar… quitarle el sentido a todo… que todo venga, así, como la brisa. ¿Qué te preocupa?... ¿Qué planes tienes a futuro?... Es posible que en verdad, todo lo anterior te preocupe y que sólo estés postergando la decisión de asumir la vida. Entiendo… ¡Claro!, y mientras tanto te empeñas, a cualquier costo en ser feliz… sólo una pequeña corrección, quizá confundas el ser con el estar feliz… Aquí te iba a hacer una diferencia espistemológica entre ser y estar, pero, alguna fuerza maligna me dice que no vale la pena.

Bueno, ¿qué te puedo decir?... Vive… enfréntate a la trivialidad que algún día la trascendencia te reclamará… 

¿Y todo esto para qué?

Ah, pues porque te vi, y quedé aterrado de tu nueva belleza, ya tus actitudes rudas no me atraen, tus fachas, son un tanto forzadas, pero obvio, no soy un Giorgio Armani... así que esto me ha permitido ver, la manera como te veía, y al quitarte los filtros del encantamiento y el gusto, tu voz rechina por su dicción y menos mal no besé tus labios, pues, según este estado, me estaría arrepintiendo.

No creas que te digo que estás fea, horrible, desagradable, desalineada, maltrecha, descuidada o repelente. No. Te estoy diciendo que como ya no te quiero, ya no me gustas. ¿Ves? Quizá en tu caso, te gusté y no me quisiste, pero aquí, en mi mundo, desde donde disparo flechas tontas e inofensivas, llenas de esperanza y ternura, aquí en mi mundo desde donde te escribí y te hice reclamos… aquí, ya pasaste de moda. ¿Qué dije?... sí, y es que me enseñaste que lo que no sirve simplemente se desecha, que lo fugaz, por más intenso que sea, sólo es pasajero, que el verdadero sentimiento es tranquilo, sereno y lleno de sentido… y no liviano, desesperado y esquizoide.

La verdad, ya no escribo para ti, tu recuerdo o lo que pasó entre tú y yo –que fue más lo que yo dije y logré ver de ti-, escribo, porque quedé aterrado  del porqué me fijé en ti… Sin ofender, por supuesto.

Así que, sigue feliz, que yo… bueno, realmente no te importó, no te importa y no te importará lo que haga.

¿Y si nos vemos? Pues haré lo que mejor me enseñaste… Fingiré, te adularé e intentaré que no te des cuenta que tus diálogos son aburridos e innecesarios, me despediré con una sonrisa –que aspiro que no identifiques como hipócrita- y me iré silbando una canción infantil.

¿Y tú?... Supongo que seguirás, en tu senda de felicidad momentánea que te llevará a la tristeza eterna. O quizá todo sea la revés y quien esté tristemente por el mundo sea yo... Ya veremos.


1 comentario:

MARIAMER dijo...

maestro, su escrito es casi como una esquela, que solo me lleva a desear estar cerca del pobre personaje desdichado a quien le ocurren estas situaciones...pues lo he vivido en algún momento.