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lunes, 10 de noviembre de 2014

MI SUCESIÓN FIBONACCI PARA TI (DE 1 A 144)


Escribirte.

Vincularte.

Ser tuyo.

Vivir para respirarte.

Susurrarte que soy tu amor.

Tocarte con voracidad tierna tan sólo cada día.

Como ves, la tarea de estar contigo es bella y compleja, como tú.

Pero, Vida mía, todo esto es para quedar en tu memoria y contarte que me agobias tanto, que sólo puedo amarte.

¿Sabes? Tanto pensar en cómo debo decirte lo que siento, me tiene en inquietud, me he convertido en tu observador, pero las pretensiones de trascender a tu lado, son anuncios que he escuchado siempre.

Quiero todo contigo, porque despertaste el honor de sentirme amado, soy tu bondad pervertida y tu descanso pausado, reflexión advertida y protección divina… Prometiste estar a mi lado y así deseo que sea, no quiero desaparecer en tus sueños y calcarme en tu piel, sólo procuro estar en la playa al lado de tu mar.

Y es que me dices cosas groseras que calan en mis ansiedades oscuras, me obligas a mirarte como mi proveedora fluvial, me invitas a arrendarte como mi puerto exclusivo; eres lo que codicio, tengo y necesito. Me colmas, siempre en el punto exacto, siempre con la humedad estricta, parece que me sabes pataletoso y pseudointelectual, frívolo y profundo, me omites y me escuchas como salvándome la vida, eres la poseedora de mis secretos y tienes el acceso a mis verdades que incluyen mis mentiritas sobre lo que proyecto ser.


Me gusta pensar que tengo todos tus mapas, el de tu cuerpo, el de tu alma y en general, el de todos tus recovecos; he recorrido tu hermosura, dejando puntos marcados en la cartografía emocional y excitante de tus particularidades; así,  soy el veterano de las visitas a tus labios, el cliente ferviente de las excursiones a tu cuello y me descubro en tus halagos sobre mis manos que son mojadas por ti, y me solazo en la idea de mi rostro que aguarda tu llovizna. Amo tu inocencia, amo tu perversión, amo tu manera de escucharme, soy el enemigo de los que se han puesto en la fila de tu pasado, soy quien envidia los centímetros de existencia que has compartido con imbéciles que te dejaron ir, pero también soy quien teme entrar a tal fila. Así es, me  haces débil y valiente.

Aquí siguen 233 palabras pero prefiero decírtelas en voz baja mientras te olfateo y después siguen 377 que serán intercambiadas por besos, algunos indecentes, otros tiernos y otros que simplemente no se pueden contar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya
genial
super texto
simplemente me encanta
gracias por compartirlo con nosotros...