AQUI PUEDES SEGUIR ESTE BLOG

miércoles, 20 de abril de 2022

EXPLICACIONES E IMPLICACIONES

 

Decirte que me pones nervioso no es novedad, porque se nota. Me incomoda tu seguridad y lo contrario que ocurre conmigo; por ello quise arreglarte el cuello, para que no quedaras como una vampiresa  infame, por ello, me quedé felizmente encarcelado en las comillas de tu sonrisa o en tu imagen de modelo de Botero.

Contarte que usé como tobogán el moño curviforme de tu pelo -de seguro hecho de afán- me lleva a tus manos, a tu cuello oculto y a tus mejillas mullidas (nótese mi correlación con tu propicepción de kilos de más), pero, todo ello, para manifestarte mi poder de poseerte con la mirada.

¿Qué me inquieta? ¿Qué es lo que me quita el sosiego? Acaso tu olor de base líquida con la que tapas -sin exíto para mi- tus ojeras, tu manera de fumar o tu risa en estallidos ahogados... ¿qué será aquello que me lleva a soltar letras sobre ti?

Masticando los segundos compartidos, me encuentro como aquel rumiante de quimeras, entre la espada de mi mirada y la pared de tus labios, entre la crítica de la razón impura que te golpea por no gustarte y el hombre unidimensional que sólo sabe admirarte.

Me abrazas mediocremente y tiemblo por la angustia de perder el intento disimulado de capturarte en mi mente.

Hago la escena cruel de verte sin que me importes y me admiro como buen ególatra, por mi faceta de actor de farsas, me alejo sin más que mis puentes en los que sé más de ti de lo que tu sabes de tí misma.

Me sé, sabiéndote.

No hay comentarios.: