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lunes, 8 de febrero de 2010

ERES LO QUE DEBES SER

Y estábamos hablando de alguien que había tenido una amante. Él le había dicho que la amaría toda la vida pero que nunca iba a estar con ella; de inmediato saltaron las opiniones sobre la estupidez, y la poca valoración que ella tenía sobre sí misma, eso de ser plato de segunda mesa, comida de sobra y los demás reclamos típicos que se dan en estos casos.

Pregunté por la manera como que se conocieron, la respuesta no se hizo esperar, “En cualquier lugar, como si ella estuviera cantando y él la escuchara”, entonces pensé en el dominio del amor, y cómo el asunto de piel trasciende ese energía vital que llevamos, era evidente la desventaja de ella, pues él, un hombre casado, tenía toda la potestad sobre lo que ella le ofrecía… ¿Piel? ¿Rizos bellamente demoniácos? ¿Su canto de sirena? ¿Acaso aquel navegante supo una ruta secreta para visitar a las que enloquecían a los hombres con sus voces y pudo regresar sano y salvo a su puerto?

La conversación seguía, fueron 14 años de amantazgo, de aguante, de silencio, de un anonimato conocido pero no reconocido, a medida que se iban exponiendo los datos, nos quedábamos atónitos de la historia de ese amor… ¿Cómo puede alguien entregarse sin esperar nada?, y vino una pregunta obligada ¿pero le dejaría algo? No, nada, ni un apartamento, ni seguridad económica, sólo unas cuantas joyas y detalles, que en términos econométricos no eran valederos para la inversión.

Ella cuenta que cuando lo vio por primera vez sintió mareo, su seguridad, su voz, su caballerosidad, su elegancia, sus excentricidades, su sabiduría… y me imagino que sus perversiones. Ella es dueña de un alma tranquila, serena, sensible, ella es como una pausa en la realidad, no quiero decir sumisa, pues la palabra me remite a humildad y me da escozor todo ese discurso moral que se toca en las noches sin que nadie lo vea.

¿Cuál era ese punto de encuentro? ¿Qué los mantuvo unidos? … ¿El sexo? Los gritos de lujuria al saberse prohibidos, ¿el poder? Lo que él representaba y sus logros engrandecidos, ¿La debilidad? El espacio sencillo de un vientre que no espera nada y lo da todo. Hay más preguntas que respuestas, hay más condicionamientos que salidas, hay mucho raciocinio y poco corazón.

Él murió. Y ella lo lloró por siete meses continuos, con las lágrimas se ocultaba el sol y su mañana repetía el mismo ritual del llanto. No murió en sus brazos, “Menos mal” decía ella, era asombroso, le cuidó hasta la forma de asumir su muerte. Y es que en las tardes, él iba a su nido de amor, y se recostaba en su pecho como esperando que la vida pasara, se sabía enfermo, pero no creía que el fin de sus días estuviera cerca.

Ella lo mimaba, y quizá no le preguntaba cosas de su trabajo o sus responsabilidades dignatarias, no le ponía temas profundos, sólo eso... lo mimaba y lo observaba como quien cuida a un bebé; cuando era hora de partir, lo arropaba y lo instaba para que se fuera a su casa. Ella siempre corría a su llamado, pero nunca ella lo llamaba; en alguna pelea que tuvieron, él quiso reivindicarse con una serenata y a pesar de los ruegos de sus amigas ella salió a hablar con él. Él estaba ebrio, tambaleante, con esa respiración forzada que te hace torpe, le dijo “Señora, una dama nunca sale a esta hora”.

Otra vez todos nos quedamos aterrados, “Malparido” “Qué tal este imbécil”, decían algunos de los que escuchábamos esta historia. Y yo pensé que ahí debió existir algo más, que el dominio que él ejercía sobre ella, además de lo obvio, debía ser espiritual, mental, metafísico… yo que sé, ¿Pero porqué ella se aguantaba semejantes cosas?... Ninguno en aquella reunión dijo nada, yo estaba mirando la mesa de centro de la sala en donde estábamos y dije: “El amor”, todos dispararon rechazos, con el argumento de que eso no era amor, de que eso era falta de seguridad y que yo tenía huevo.

¿Qué sentimiento te puede impulsar a dejar todo por convicción? ¿Te puedes engañar a ti mismo y comer mierda... Si..pero degustarla? ¿Qué acto de desprendimiento de uno mismo puede catalogarse por fuera del amor? Y todos seguían molestos, porque estaba pasando los límites de lo permitido… “Eso no es amor… es inseguridad de sentirse valorado” decía uno, “Si, ella nunca pudo conseguir a alguien que le diera su lugar” refutaba otro y los ánimos se encendieron, “Déjenlo que hable” alguien dijo. “Yo creo que más que nadie ella sabía su lugar”, todos quedaron inconformes pero sin argumentos inmediatos. Y es que para saberse perdido hay que tener un punto de referencia, sólo una amante hace posible que el amado pueda dar más de lo que cree, lo impulsa a engrandecer sus propias fuerzas, es algo así como un líder que inspira a los demás...sin duda, una amante te extralimita, te pone en el sitio de tus negaciones y te enciende la luz en tu sombra haciéndola más tenue, para un gran total de un juego claroscuro no muy comprensible.

Hubo silencio. Era un asunto sin solución. Siguó el relato; ella lo lloraba noche y día hasta que empezaron a pasar cosas paranormales, se movían los objetos, se escuchaban pasos, se encendían las luces en el apartamento rentado en donde ella vivía y solía ser el lecho de encuentro. Ni modo, hubo que recurrir a ayuda, entonces una señora de esas con capacidad para comunicarse con los muertos entró en la escena.

Yo pensaba en el amor después de la muerte, y que era evidente que nos esperaba algo más allá de esta vida, y que entonces no me iba a morir en cuerpo y alma como dijo Borges… Él le dijo que, la persona con la que salía actualmente era un artilugio, que se cuidara y que la perdonara por todo… ella, lo entendió y supo que en esta vida había probado lo mejor de él, su autenticidad sin hazañas, su humanidad desconsolada, supo de él lo necesario para amarlo, que era un hombre, y ella tuvo la conciencia tan clara como para asimilar sus pasiones.

¿Qué pasaría si fuera al revés... si él hubiese sido su amante? dijo alguien con preclara conciencia de esta sociedad hipócrita y falocéntrica, nos reímos, y concluimos con la condición de un machismo torpe, "Quizá, ella no se hubiera muerto" o "de seguro él tendría mejor vida", la discusión se desvió hacia otros linderos, pero el sinsabor quedó en el aire.

Después de que terminó la charla, todos quedamos con ganas de hablar pero sin saber qué decir, se habían puesto en juego, la moral, con sus condicionamientos, la condición humana, con sus incomprensibles rincones, el amor, como el motor de la vida, la fragilidad, como la fuerza más grande, el machismo, como la falacia social, la fortaleza, como el ejercicio de asumirnos… todo había pasado por nuestras vidas.

Amante: Eres lo que debes ser, sin ti la vida da igual, pero contigo la condición se sublimiza, quizá la tranquilidad de no esconderse se mide en quilates y la compañía de tu existencia se entiende en gramos de felicidad. Quizá los poemas vengan encriptados y con códigos de seguridad, pero, tú sabes que son gracias a ti; quizá hayas entendido plenamente el asunto del cinismo y no lo puedas explicar, porque es el secreto mejor guardado de la humanidad.

3 comentarios:

Boo Boo dijo...

Geniallllllllll!
Me encanto!! :)

soloyo dijo...

Bellisimoooo
Y si, yo también pienso que solamente pudo se AMOR

Carlos López dijo...

Soloyo... Gracias...